Las ciencias están sobrevaloradas

La ciencia, tal y como es concebida en el mundo contemporáneo, es de vital importancia para la sociedad y trae consigo un sentimiento de seguridad infundado. Creemos que sin ciencia no podríamos avanzar, que de algún modo nos quedaríamos estancados o incluso que retrocederíamos. En parte la ciencia ha sido determinante para poder alcanzar ciertos niveles de desarrollo. Sin ella no hubiéramos conseguido la cura para múltiples enfermedades, entre otras cosas. Pero le estamos dando una confianza que cada día se asemeja más a la dada a reyes absolutistas, los cuales gozaban de plena sumisión alegando ser elegidos de Dios.
Como ya he mencionado la ciencia no debería ser eliminada de nuestra sociedad. Sin ella, lo más posible es que siguiéramos muriendo por gripes o roturas de huesos. Aún así la ciencia no es el único campo que ha ayudado a crear una sociedad avanzada, ni el único que la mantiene así. Sin educación, política, justicia, limpieza, etc., todo lo que conocemos cambiaría por completo y nos hallaríamos en un punto de retroceso. Todos estos sectores están mucho más infravalorados que la ciencia. Los profesores, sin ir más lejos, suelen considerarse vagos o cosas similares por el hecho de ser funcionarios, compartir el calendario escolar de los alumnos, más o menos, o incluso por algo tan mínimo como ser más o menos estricto con sus alumnos. Lo mismo pasa con el cuerpo de policía. La gente no quiere entender que son trabajadores que deben seguir las órdenes impuestas por un superior sin atender a sus propias opiniones. Incluso los barrenderos son de vital importancia. Imagínate que un día todos los equipos de limpieza deciden que ya han tenido suficiente y paran su actividad, el resultado sería catastrófico.
Viendo todo esto ¿cómo es posible que la ciencia haya llegado a ser un campo tan valorado por el ser humano? En mi opinión todo se remonta a épocas pasadas. Durante los años la ciencia nos ha curado y salvado de la muerte en múltiples ocasiones. También nos ha ayudado a llevar una vida más fácil por medio de sus invenciones y descubrimientos. Aún así, en mi opinión, deberíamos de ser más críticos con los estudios científicos que leemos diariamente. Como prácticamente todo en esta vida, la ciencia está influida por ideologías y muchas veces estos estudios sirven para apoyar ideas de grupos políticos o empresas que quieren vender sus productos. Un claro ejemplo es el uso dado a las teorías de Darwin durante la Segunda Guerra Mundial. En su base estas teorías solo hablan de la evolución de las especies, pero el partido fascista las usó como vía de justificación de sus actos racistas. Como este hay muchos otros ejemplos en los que la ciencia fue manipulada de algún modo.
¿Por qué entonces tenemos confianza ciega en ella? Desde el punto de vista de una completa inexperta (yo) pasa un fenómeno parecido, aunque más sofisticado, que con la religión. Se nos inculca que los científicos son personas de gran inteligencia, mucha más que cualquier otra persona. Sus estudios suelen expresarse en un lenguaje complejo y nadie se atreve a contradecirlos ya que nadie posee los datos expuestos en ellos. Como se suele decir, en el mundo de los ciegos el tuerto es el amo. Si alguien decide dudar, enseguida se le cesará soltando un discurso lleno de tecnicismos al que no podrá hacer frente o se usará la falacia ad hominem. Si nos paramos a reflexionar este mismo método fue usado por la iglesia. Los sacerdotes se consideraban mensajeros directos de Dios por lo que su palabra era aceptada como verdad sin ningún tipo de análisis previo. Si alguien era un poco más curioso que el resto y se planteaba cosas como el origen de Dios enseguida era acallado con respuestas plagadas de inventiva.
En el campo de la educación es donde se empieza a construir esta imagen de superioridad de los científicos. No solo en casos obvios como los que podrían ser charlas u clases orientadas a la grandiosidad de muchos científicos, también de manera indirecta. Cuando alguien escoge un bachiller científico inmediatamente es visto como alguien inteligente y trabajador que acabará ostentando un puesto elevado. En cambia un estudiantes de humanidades es visto como alguien vago o que tiene las cosas más fáciles. Se piensa que su bachiller es mucho más fácil e incluso que casi no hace nada para conseguir un 10. Su futuro siempre se ve plagado de desempleo y pobreza. Esto por no hablar ya de estudiantes de artes o sociales. Asignaturas como griego, francés, economía, filosofía o similares son menospreciadas cuando en realidad son tan o más difíciles que matemáticas o biología. Todo depende de las capacidades del alumno. A alguien que se le den bien las matemáticas le parecerá fácil sacar un 10 en esa asignatura de ciencias, mientras que si esa misma persona falla en idiomas no subiría del 3 en las asignaturas de este bachiller. Lo mismo pasa en el caso contrario. No hay ningún bachiller que requiera más esfuerzo que otro.
En resumen la ciencia es importante, esto no quiere decir que deba ser vista como un ente casi divino. Al igual que ante el resto de organizaciones que conforman nuestra sociedad, debemos de tener una visión más crítica y cuestionar su eficacia más a menudo.

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